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En un informe internacional los especialistas vaticinan riesgos que traerá el calentamiento global como consecuencia del aumento de temperatura en la Argentina donde su clima caluroso favorece el desarrollo del dengue, malaria, cólera, fiebre amarilla y antavirus. No solo el pronóstico de los científicos que tratan el tema sino la realidad que escapa por los desastres sufridos en Tartagal y la suma incesante del aumento de enfermos por el dengue.El dengue y la malaria tienen que ver con el mosquito Aedes eagypti, roedores con el antavirus, y con el agua, la cólera.
El director del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, Edgardo M
arcos previene que las altas temperaturas favorecen la reproducción de larvas de mosquitos, el bosque regula el agua y provoca inundaciones que a su vez deriva en gastroenteritis, las alergias en zonas urbanas por la floración adelantada contamina el aire con polen y afecta las vías respiratorias.Según la revista The Lancet británica antes del 2090 subirá en 3ºC la temperatura en la Tierra y para Siberia, Canada y Groenlandia será de 5ºC y el calor será el
asesino silencioso.La pérdida de años de vida saludable será 500 veces mayor en Africa que en Europa afectado por la desnutrición y enfermedades virósicas que perjudicarán a los más pobres.
Sus efectos se sentirán en todo el mundo por causa del cambio climático y no será medioambiental sólo para los osos polares y los bosques.
Éste es el tema por el que hay que luchar hoy y tomar conciencia de lo que ocur
re, en Argentina el tema de la desforestación, con lo ocurrido en Tartagal con el dengue con 23.470 infectados, en Salta con un área endémica con la malaria y el Noroeste con el 25,8% con 386 casos de antavirus y en 2001 una epizotia en monos Macacos provocó la fiebre amarilla en Rio Grande do Sul y en Misiones.Los casos considerados no son de menor cuantía para dejarlos pasar por alto y merece una concientización a la reflexión.
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