sábado, 26 de diciembre de 2009

"Cumbre Cambio Climático"; Pocas resoluciones arrivadas ante fracasado final del COP15

El foco central de las negociaciones internacionales sobre el clima son las promesas concretas de economías avanzadas como Estados Unidos y Japón y de economías emergentes como China e India de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se consideran generalmente un contribuyente significativo al calentamiento global, según el primer ministro de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen.
“El presidente Obama está preparado en colocar sobre la mesa un objetivo de reducción de emisiones para Estados Unidos para el año 2020 que ronda el 17 % por debajo de los niveles de 2005 y que, en última instancia, se conforme a la legislación final estadounidense sobre energía y clima”, según la declaración de la Casa Blanca.
“A la luz de la meta del presidente de reducir las emisiones en un 83 % para el año 2050, el camino esperado que estipula esta ley pendiente implicaría una reducción del 30 % por debajo de los niveles de 2005 para el año 2025 y una reducción del 42 % por debajo de los [niveles] de 2005 en el año 2030”.
“Este objetivo provisional se ajusta a la legislación que actualmente estudian ambas cámaras del Congreso y demuestra una contribución significativa a un problema al que Estados Unidos no ha prestado atención durante demasiado tiempo”, agrega la declaración.
Un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes establece el objetivo de reducir en un 17 % desde los niveles de 2005 las emisiones para el año 2020 y la versión del Senado pretende lograr una reducción del 20 %. Antes de anunciar éstas metas, la Casa Blanca mantuvo estrechas consultas con el Congreso. En una rueda de prensa celebrada en Pekín el 17 de noviembre con el presidente chino Hu Jintao, Obama dijo que “también convenimos en trabajar hacia el éxito del resultado en Copenhague”.
“La meta que deseamos lograr allí, que apoya lo que el primer ministro Rasmussen de Dinamarca está intentando lograr, no es un acuerdo parcial ni una declaración política, sino un acuerdo que cubra todos los asuntos de la negociación y que tenga vigencia operativa inmediata”, dijo Obama. “Este tipo de acuerdo integral sería un paso importante en el esfuerzo de agrupar al mundo en torno a una solución a nuestro desafío climático, y acordamos que cada uno de nosotros emprendería actuaciones significativas para la mitigación y mantendría estos compromisos”, agregó.


Además de reducir las emisiones de dióxido de carbono, Rasmussen también explicó que la conferencia está intentando proporcionar financiación para asistir a los países menos desarrollados a reducir los efectos perniciosos del calentamiento global.
La conferencia auspiciada por la ONU en Copenhague podría convertirse en el paso intermedio que posteriormente derive en un acuerdo vinculante sobre el clima, afirmó la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton.
“Estados Unidos ha emprendido medidas drásticas este último año para cambiar la manera en que utilizamos la energía internamente y nos hemos sentado a la mesa en las negociaciones internacionales sobre clima”, declaró Clinton el 11 de noviembre en una rueda de prensa durante el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico celebrado en Singapur. Agregó que Estados Unidos está completamente preparado para asumir su parte de responsabilidad en estas negociaciones.
“Si todos empleamos el máximo esfuerzo y adoptamos la combinación adecuada de pragmatismo y principios, considero que podemos garantizar un firme resultado en Copenhague, y que eso sería un paso intermedio hacia un acuerdo pleno”, expresó Clinton.
Cualquier acuerdo que se alcance tiene que suponer acciones mundiales inmediatas sobre el cambio climático, y todos los países deberán cumplir su parte de las responsabilidades, según dijo. El acuerdo debe también cubrir todos los temas principales, entre ellos la adaptación, financiación, cooperación en materia de tecnología, intercambio de tecnología y conservación forestal, según indicó, y agregó que el acuerdo debe además proporcionar mecanismos de financiación para ayudar a los países en desarrollo, que son con frecuencia los menos capaces de aplicar acuerdos complejos.
“La financiación a través del nuevo fondo climático mundial y de un mecanismo tecnológico, ayudará a los países en desarrollo a determinar lo que necesitan, dónde obtenerlo y cómo financiarlo, operarlo y mantenerlo”, expresó.
Clinton subrayó que la conferencia de Copenhague no es el final del proceso, como muchos en los medios y algunos grupos ecológicas han indicado, sino que es parte de un compromiso colectivo mayor con la rendición de cuentas, la transición hacia una economía mundial de bajas emisiones de carbono y a un planeta más limpio y verde.
Para más información véase Estados Unidos en la COP-15 (en inglés).
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos en español. Sitio en la Web: http://www.america.gov/esp )


Colapsan las decisiones finales sobre cambio climático
Sobre las últimas jornadas de la Cumbre el clima vivido fue de caos en el Centro de Convenciones Bella Center, que a pesar de suponer que los líderes mundiales iban a desbloquear las negociaciones sobre un acuerdo de reducción de emisión de gases contaminantes de CO2, el fondo de ayuda para países pobres y la forma legal del acuerdo.
Sin embargo nada de ésto ocurrió y los países emergentes rechazaron las negociaciones y solo discutieron sobre su procedimiento pero nada en la práctica como consecuencia de un entendimiento no vinculante que siguió al adoptado, se propuso no tener compromiso hasta un nuevo encuentro el 31 de diciembre de 2010 en México.
Se recogió el anuncio de Hillary Clinton sobre ayuda financiera para países en desarrollo por U$S 30 mil millones entre el 2010 y 2012 y U$S 100 mil millones hasta el 2020. Esta condición generó el rechazo de China al inhibir la iniciativa orientada a favorecer a los países de menores recursos. Europa propuso recortar un 30% de gases si todos aceptaban, pero EEUU solo aceptó un 4% a la espera de una ley que posibilite alcanzar un 17% en el futuro.
Al llegar Obama su discurso decepcionante enunció el cambio climático comparado con la seguridad, condicionó la ayuda económica a China en hacer inspecciones que nadie tenía en cuenta, y al encontrarse con el premier chino Wen Tiabao su discusión giró para conseguir otra reunión bilateral que no fue acordada.
Brasil fue reconocido como el país que propuso metas fuertes en la reducción con el discurso de Lula que llamó a los chinos, Sudáfrica é India a un acuerdo para destrabar la situación con esfuerzo pero no alcanzó el resultado necesario para las urgencias mundiales, poco antes de entrar Obama que pidió participar para concretar un pacto que fuera base del documento final de la Cumbre, y así el documento hizo referencia sobre la voluntad de enfrentar sin metas concretas la reducción de emisión de gases hasta una reunión preliminar el 15 de agosto de 2010.
Los líderes mundiales cerraron un magro compromiso con desilución y comenzaron abandonar el recinto del Bella Center donde nadie quería dar la cara ni asumir la derrota en declaraciones frente al periodismo.
El Air Force One con Obama de retorno despegó del aeropuerto a las 11 de la noche al dar por terminada en Copenhagen la Cumbre y quedar convertido en uno de los mayores papelones de una reunión diplomática en la historia de la ecología que podría enterrar la ilusión planetaria ambiental.

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