sábado, 8 de octubre de 2016

California en riesgo de un gran terremoto



Ventura, San Diego, San Bernardino, Riverside, Orange, Los Ángeles y los condados de Kern e Imperial están en máxima alerta este martes por la alta posibilidad de que suceda un gran terremoto en el sur de California. El aviso lo dió la Oficina de Servicios de Emergencia (OES) de Estados Unidos después de que se produjeran más de 140 temblores en Salton Sea, un lago situado al noreste de San Diego, zona que conecta la falla de San Andrés con la falla Imperial.
Ante la posibilidad de que esos movimientos sísmicos -de intensidad entre 1.4 y 4.3, según el Servicio Geológico de EEUU (USGS)- hayan afectado en los últimos días a la falla de San Andrés, constante amenaza para el estado de California, la OES emitió la alerta a la población y aseguró "no bajar la guardia", según la CBS. Sin embargo, bajo el mismo tono de precaución, el director del Centro de Terremotos de California del Sur, Thomas H. Jordan, ha sido más optimista sobre las posibilidades de que un terremoto de gran magnitud ocurra en las próximas horas puesto que los temblores en Salton Sea también han disminuido.
La amenaza de la falla de San Andrés, siempre activa, conlleva la posibilidad de que de ocurrir un terremoto este pueda ser de hasta nivel 7 en la escala Richter, según hoylosangeles.com. Según los expertos, el tramo más meridional de esa grieta tiembla desde hace 330 años. El promedio de que los grandes terremotos en esa zona suelen ser cada 150 o 200 años hace que la inminencia siempre sea
contemplable.

miércoles, 8 de junio de 2016

Alerta en Paris por el desborde del rio Sena con inundaciones



París en estado de alerta por la mayor crecida del Sena en tres décadas, con el museo del Louvre cerrado para preservar las obras conservadas en sus depósitos, después de varios días de incesantes lluvias e inundaciones.
El Ministerio de Energía, Océanos y Medio Ambiente decretó el nivel naranja, el segundo de riesgo más alto, en los niveles del río en los alrededores de París. Mientras la capital está en alerta, varias localidades del centro de Francia padecen las peores inundaciones en un siglo, con más de 5000 personas evacuadas desde el pasado fin de semana y unas 19.000 viviendas sin electricidad.


Además del cierre del Louvre -ubicado en la orilla derecha, a tiro de piedra del río- las autoridades también decidieron por las mismas razones el cierre del museo de Orsay, situado en la otra orilla del Sena.
La situación obligó ya a realizar cierres de calles en toda la ciudad, especialmente en la estación de metro de Austerlitz, en el centro de la capital.


En la estación de metro Saint-Michel, en pleno Barrio Latino, los pasajeros ya no pueden tomar la línea que va hacia el norte -al otro lado del Sena-, debido a las infiltraciones que aparecen en los muros de la ahora húmeda estación. En la misma zona de la capital, el tráfico del RER C -un tren regional que llega a París, y circula cerca del río- ha quedado suspendido.


El sur de Alemania también se ha visto afectado por intensas lluvias e inundaciones, donde el balance ya es de 10 muertos, después que un hombre de 65 años perdiera la vida en la inundada localidad de Simbach am Inn.
En Rumania, las inundaciones han provocado dos muertos y la evacuación de más de 200 personas. La catástrofe meteorológica en Francia se produce en un tenso ambiente social y político, con huelgas en varios sectores, en particular en los transportes públicos por tercer día consecutivo.

martes, 26 de abril de 2016

Por el calentamiento global el polo norte se está desplazando hacia Europa



Imagen superior: en rojo se muestran los lugares de la Tierra que ha ganado masa entre 2005 y 2001, en azúl los que la han perdido.
Un estudio recientemente publicado en Science Advances, sugiere que el cambio climático está afectando al planeta en formas que no podríamos imaginar.
Los autores de éste trabajo, Surendra Adhikari y Erik R. Ivins (ambos del JPL de la NASA), creen que la redistribución de masas del deshielo de los polos aumenta los océanos y está haciendo que el polo norte haya comenzado a moverse hacia el este, en dirección a Europa.
¿Avanza el polo norte hacia nosotros a toda velocidad? No, la verdad es que según Surendra Adhikari, el ritmo actual al que migra el polo es de 10 centímetros por año. O al menos eso ha sucedido desde el año 2000 hasta el presente, y de nuevo somos nosotros los culpables que ésto ocurra.
En declaraciones de Adhikari a National Geographic: “lo que hemos demostrado es que el hielo derretido y un patrón de almacenaje de agua contienental, se están combinando para provocar un movimiento drástico en la dirección del polo”. Se sabe que el eje de rotación de cualquier cuerpo en el espacio puede cambiar si se ve influenciado gravitacionalmente por algo, o si varía su distribución de masas.
Hace 3.500 millones de años, nuestro planeta Marte sufrió un caso severo de variación del eje rotacional, que alcanzó unos increíbles 20 grados, cuando un enorme volcán entró en erupción.
Ahora es la Tierra la que experimenta su propia alteración axial, aunque por fortuna no hablamos algo tan descomunal y repentino como lo sucedido en el planeta rojo.
Los científicos saben ahora que la Tierra se está calentando a un ritmo jamás visto desde la época de los dinosaurios, lo cuál está provocando una enorme redistribución de masas a medida que los casquetes polares se derriten. Para los dos coautores de éste estudio, debería existir una relación entre el movimiento observado en los polos y el calentamiento global, por lo que crearon simulaciones por computadora para comprobar si su suposición era correcta. ¡Y así es!!... los hielos de Groenlandia por si solos, han perdido una masa de 3.900 millones de toneladas desde 2003, que han ido a parar a los océanos, lo que supone un movimiento enorme de masas superficiales.
Cada año, el costado occidental de la Antártida pierde 136.000 millones de toneladas de hielo, mientras que el lado oriental gana 82.000 millones de toneladas. A éste ritmo para el año 2500 acabarán por derretirse todos los hielos del Antártico, y los niveles del mar ascenderían 15 metros.
En cuánto al cambio en el eje de rotación terrestre, el polo norte apenas se ha movido 1,6 metros desde el año 2000, y continuará haciéndolo. Deberíamos recordar que el cambio climático está afectando a casi cualquier cosa, y que debemos actuar sin demora.


 El Institut Catalá de Ciéncies del Clima (IC3) ha estudiado el aumento de temperaturas medias en el Ártico y sus datos ofrecen cifras preocupantes: El carbono liberado por el deshielo ártico es diez veces mayor de lo que pensábamos hasta ahora y puede llegar a 44 millones de toneladas por año.
El estudio publicado en la revista Nature demuestra que la subida de temperaturas en el Ártico está causando una gran pérdida del permafrost, es decir del suelo congelado, y durante más y más tiempo en verano ha llegando a mayores profundidades.
El permafrost descongelado deja libres depósitos de carbono que antes estaban protegidos por el hielo. El permafrost ártico, con el deshielo trae consigo la emisión de carbono, metano y otros gases con potentes efectos invernadero, que se encuentran atrapados en las banquisas heladas de los polos. En aviación se utiliza frecuentemente el término "punto de no retorno", y éste límite es usado por los pilotos para indicar límite en el que, una vez iniciado el vuelo y debido al consumo de combustible, ya no es posible volver atrás al punto de partida.
Cuándo un avión supera éste momento, ya solo le queda seguir adelante. Éste concepto no sólo se utiliza en navegación aérea, sino en muchos campos y procesos geológicos que también delimitan marcas a partir de las cuáles no es posible regresar al punto inicial.
En los estudios sobre el calentamiento global se conoce como "punto de no retorno" el momento en que el cambio climático deja de depender de las decisiones humanas y se convierte en irreversible.
Peter Wadhams, Director del Polar Ocean Physics Group de la Universidad de Cambridge, uno de los mayores expertos en deshielo, ha ido más allá y ha previsto una fecha para un Ártico sin hielo. Sus estudios ofrecen precisas simulaciones incluyendo los aspectos más significativos del cambio climático, como el notable aumento de las temperaturas registradas en las últimas décadas o el incremento de las emisiones de gases invernadero. Éstas simulaciones le han llevado a afirmar que en sólo 4 años, podremos asistir a un deshielo total del Ártico en el verano de 2016.
La pérdida de hielo en la región antártica también es tan grande que produce pequeños cambios en el campo gravitacional de la tierra que puedieron ser detectados por otra misión de satélite, el Gravity Recovery and Climate Experiment (GRACE).los datos del satélite gracia de la NASA muestran que las capas de hielo de la tierra en la Antártida y Groenlandia están perdiendo masa.
El continente antártico ha perdido aproximadamente 134 miles de millones de toneladas de hielo por año desde 2002, mientras que el hielo de Groenlandia está perdiendo un estimado 287.000 millones de toneladas por año.
Muchos de los glaciares en la región alimentan las plataformas de hielo flotando en la superficie del océano, actúan como un contrafuerte por el hielo de base en la roca interior, y frena el flujo de los glaciares en el océano.
Los vientos del oeste que rodean la Antártida se convirtieron más vigorosos en las últimas décadas, en respuesta al calentamiento y al ozono en la destrucción del clima. Los vientos más fuertes empujar las aguas cálidas del océano meridional hacia los polos.
Varios glaciares a lo largo de una vasta extensión costera de 750 millas de longitud de repente, comenzaron a descongelarse en el mar a una velocidad casi constante 60 km cúbicos, o sobre 55 miles de millones de galones de agua, cada año.

sábado, 13 de febrero de 2016

Cambio climático futuro provocaría catástrfes sobre la Tierra



Unos 22 científicos dirigidos por Peter Clark de la Uiversidad Estatal de Oregón (EE.UU) investigan el clima en un nuevo estudio que en 10.000 años la Tierra cambiará drásticamente: tendrá que pagar un elevado costo en muchas ciudades costeras que quedarían sumergidas bajo el agua como resultado del cambio climático, si los humanos antes no empiezan a realizar cambios drásticos.
Si no se consigue desarrollar tecnologías capaces de eliminar el dióxido de carbono del aire, el pronóstico de los científicos no es para nada alentador: una parte considerable de las emisiones de carbono emitidas hasta ahora y en los próximos 100 años permanecerá en la atmósfera entre decenas y cientos de miles de años. En ése contexto, Raymond Pierrehumbert, coautor de la investigación, señaló: "Si queremos tener alguna tecnología de sustitución para evitarlo, deberíamos invertir mucho más en la eliminación del dióxido de carbono".
Una investigación concluye que en 10.000 años los humanos habrán emitido cantidades de emisiones de carbono suficientes como para hacer que el clima del planeta se recaliente 7 grados y los niveles del mar aumenten unos 52 metros de alto. Ésto supondría consecuencias irrevocables para el clima global, puesto que el cambio de la composición química de la atmósfera a largo plazo puede ser trágico.
Los expertos de la NASA cada vez contemplan la posibilidad de inundaciones con más frecuencia ya que se dan cuenta de que la civilización moderna es vulnerable a éstas amenazas. Obviamente, por eso los expertos de la NASA crearon la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria, que se conoce como "la oficina del día del Juicio". Aunque el objetivo principal de la oficina es vigilar objetos cercanos a la Tierra, "es muy probable que no solo se dedique a la amenaza de los meteoritos".
Los expertos estadounidenses señalan que el aumento del nivel del mar es un peligro para los países más desarrollados y prósperos, donde la gente prefiere vivir en la costa sin darse cuenta del peligro existente. Los desbordamientos de ríos e incluso el aumento de los niveles de agua en lagos y pantanos (como el aumento ocurrido en el Mar Negro), también causan un aumento de la erosión y la extensión de las aguas subterráneas que reducen la resistencia del suelo y como resultado, muchas construcciones se desmoronarán.
Además, los desastres podrían acelerarse en el caso de eventos extraordinarios, como la caída de un asteroide o un cometa en los hielos de la Antártida, o aún peor para los europeos en Groenlandia cuya creciente fusión de hielo contribuye al aumento global del nivel del mar.


Las investigaciones concluyen que las nubes crean dos efectos opuestos sobre la superficie de ésta isla helada, la segunda en el mundo por su masa de hielo, solo por detrás de la Antártida. Por una parte, las nubes protegen la capa de hielo de la energía solar manteniéndola fría, pero al mismo tiempo conservan el calor formando durante la noche, una especie de manta sobre su superficie manteniéndola más templada, sugiere Sinc Kristof Van Tricht, autor principal del estudio.
La concentración de emisiones de humo y otros elementos contaminantes en la atmósfera, sumada al duro invierno, ha generado un enorme agujero en la capa de ozono terrestre sobre el Ártico.


Los climatólogos temen que para la primavera la radiación solar agrave el estado de la capa en la región, y éste problema se sumará en primavera donde el brillo de la luz solar ganará más intensidad, y en consecuencia la expansión del agujero en la capa de ozono sobre el Ártico alcanzará un tamaño récord.
Desde que entró en vigor en 1989 el protocolo de Montreal para la protección de la capa de ozono, se han ido reduciendo emisiones de humo compuesto de bromo y cloro, pero la presencia de éstos compuestos químicos desaparecen lentamente en la atmósfera, y no tan rápido como para que su efecto deje de actuar, por lo que cada invierno el agujero sobre la Antártida se va expandiendo cada vez más. Éste fenómeno no amenazaba antes a la región ártica, pero éste invierno 2015-2016 ha sido tan frío que ha propiciado la concentración de ácidos nítricos, principalmente de origen natural, y la formación de nubes de vivos y brillantes colores en latitudes septentrionales; nubes que pueden catalizar reacciones químicas compuestas por cloro.
Éste efecto invernadero destruye los hielos de Groenlandia con la presencia de nubes, la superficie se mantiene más caliente, por lo que un poco de agua derretida se vuelve a congelar y el resto fluye hasta el océano", apunta Van Tricht.
Entre los primeros países afectados por las inundaciones se encontrarían los Países Bajos, Dinamarca, Italia, los países Bálticos, Rusia, China y EE.UU.

domingo, 10 de enero de 2016

Antropoceno; en la nueva época geológica de la Tierra



La nueva era geológica de la Tierra parece haber comenzado debido al impacto de la actividad humana que es ya "abrumadora", según un nuevo estudio elaborado por un equipo internacional de científicos liderados por la Universidad de Leicester (Inglaterra).
La entrada a ésta nueva era geológica, bautizada "Antropoceno", acuñado en el año 2000 por el ganador del premio Nobel de química Paul Crutzen, al considerar al comportamiento humano haber producido a mediados del siglo pasado verse marcado por el consumo masivo de materiales como el aluminio, el hormigón, los plásticos y las consecuencias de las pruebas nucleares en todo el planeta, surge de la investigación publicada en la revista Science.
A ello habría que sumar el incremento de las emisiones de gases que han provocado el llamado efecto invernadero, así como una invasión de depredación ecológica sin precedentes en el ecosistema por el ser humano distintos al suyo.


Los científicos se plantean en su estudio hasta qué punto las acciones humanas registradas son medibles en los estratos geológicos y hasta qué punto ésta nueva era geológica se diferencia de la anterior, el Holoceno, que comenzó hace 11.700 años, cuándo se produjo el retroceso de los glaciares trás la última glaciación.
En el Holoceno las sociedades humanas aumentaron la producción de alimentos con el desarrollo de la agricultura, construyeron asentamientos urbanos y aprovecharon los recursos hídricos, minerales y energéticos del planeta. En cambio el Antropoceno es una época de rápidos cambios ambientales provocados por el impacto de un aumento de la población y el consumo masivo, sobre todo trás la llamada "gran aceleración" de mediados del Siglo XX, según los investigadores.


"Los humanos llevan tiempo afectando el medio ambiente, pero recientemente se ha producido una rápida propagación mundial de nuevos materiales como el aluminio, el concreto y los plásticos, que están dejando su huella en los sedimentos", dijo en el estudio el profesor Colin Waters, del Instituto Geológico Británico. Por su parte Ene Zalasiewicz científico de la Universidad de Leicester, que es uno de los líderes del grupo de trabajo, aseguró que la combustión de combustibles fósiles ha diseminado por el aire partículas de cenizas por todo el mundo, a lo que hay que sumar los radionucleidos dispersados por los ensayos de armas nucleares. "Todo ésto demuestra que hay una realidad subyacente en el concepto Antropoceno", expresó por su lado Jan Zalasiewicz, también de la Universidad de Leicester y director del llamado Grupo de Trabajo Antropoceno, integrado por 24 científicos.
Según el estudio, los humanos han cambiado en tal forma el sistema de la Tierra que han dejado una serie de señales en los sedimentos y en el hielo de los polos lo suficiente como para justificar el reconocimiento del paso a una época geológica nueva.
El Grupo de Trabajo Antropoceno se plantea éste año reunir más pruebas de este cambio para ver si se puede formalizar esta nueva época y establecer recomendaciones.
EFE-ADNpress